
¿Está ya en proceso de migración a LTE? ¿Ha encontrado su solución de migración sin problemas? Es posible que hayas oído hablar bastante de LTE CAT4/CAT1/CAT M y NB IoT, ¿qué son y cuál es la que mejor se adapta a tu proyecto? En este blog se los explicaremos uno por uno.
Introducción a las tecnologías y categorías LTE
Long-Term Evolution (LTE) es la norma para la comunicación inalámbrica de banda ancha. Está diseñada para aumentar la capacidad y velocidad de las redes de telefonía móvil. A medida que superamos la era de las redes 2G y 3G, LTE se ha convertido en un pivote de las modernas soluciones IoT.
Las categorías de LTE, que van de CAT0 a CAT18, se definen por diferentes velocidades de datos, latencia y métricas de rendimiento, lo que influye en la elección de la conectividad para los despliegues de IoT. Para las soluciones IoT, LTE CAT4, CAT1, CAT M y NB-IoT son especialmente relevantes por su equilibrio entre rendimiento y consumo de energía.
LTE CAT4: Una inmersión profunda
LTE CAT4 es un estándar de conectividad de alta velocidad capaz de ofrecer velocidades de descarga de hasta 150 Mbps y de subida de 50 Mbps. Admite aplicaciones IoT más complejas que requieren un mayor caudal de datos, como la videovigilancia y el infoentretenimiento a bordo de vehículos.
El uso de LTE CAT4 es ideal para escenarios en los que los dispositivos IoT tienen acceso a una fuente de alimentación estable y exigen una transmisión de datos a alta velocidad. Sin embargo, es menos eficiente energéticamente en comparación con otras categorías, lo que la hace menos adecuada para dispositivos que dependen de la alimentación de la batería.
LTE CAT1: La elección equilibrada
LTE CAT 1 es un estándar de comunicación LTE diseñado expresamente para dar servicio a las aplicaciones IoT. Reduce el ancho de banda y la demanda de comunicación para ahorrar energía y costes en sistemas IoT a gran escala o de largo alcance.
LTE CAT 1 es la única opción de IoT celular totalmente disponible en la actualidad y representa un primer impulso hacia la conexión de dispositivos IoT mediante las redes LTE existentes. Aunque el rendimiento es inferior al de las redes 3G, es una opción excelente para las aplicaciones IoT que requieren una interfaz de navegador o voz. Su mayor atractivo es que ya está estandarizada y, lo que es más importante, que es fácil de integrar en el mercado. LTE CAT 1 red. Los expertos predicen que a medida que la tecnología 3G vaya desapareciendo, LTE CAT 1 redes ocuparán su lugar.
LTE CAT M: la revolución del IoT
LTE CAT M, también conocido como Cat-M1es una tecnología LPWAN de bajo coste desarrollada por el 3GPP como parte de la 13ª edición de la norma LTE. Es una tecnología complementaria a NB IOT, con velocidades de carga y descarga más rápidas, de 1 Mbps, y una latencia menor, de 10 a 15 ms.
Pero la verdadera ventaja de Cat-M1 sobre otras opciones es que LTE CAT M es compatible con la red LTE imperante. Para operadores como Verizon y AT&T, esto suele ser una gran noticia, ya que no necesitan gastar dinero en crear nuevas antenas. Simplemente tienen que cargar nuevo software siempre que los dispositivos funcionen dentro de su red LTE. las bases de clientes predominantes de esas dos compañías presumiblemente oirán que LTE CAT M es, de lejos, la mejor opción.
NB-IoT: Conectividad IoT de banda estrecha
Narrowband IoT (NB-IoT) es una tecnología de área amplia de baja potencia (LPWA) basada en estándares y desarrollada para permitir una amplia gama de nuevos dispositivos y servicios IoT. NB-IoT mejora significativamente el consumo de energía de los dispositivos de usuario, la capacidad del sistema y la eficiencia del espectro, especialmente en cobertura profunda.
NB-IoT opera en bandas de frecuencia autorizadas y ofrece una solución de conectividad robusta, segura y fiable. Con una velocidad de descarga típica de unos 250 kbps y velocidades de carga cercanas a los 200 kbps, está diseñada para aplicaciones que solo transmiten pequeñas cantidades de datos con poca frecuencia, como los contadores inteligentes y la supervisión de sensores.
Resumen: Comparación entre diferentes categorías

Otras preocupaciones para la migración a LTE
Aparte de las categorías LTE, hay otros factores que puede tener en cuenta a la hora de planificar su migración a LTE.
Escalabilidad: A medida que crecen los despliegues de IoT, la categoría LTE elegida debe soportar el creciente número de dispositivos y el caudal de datos. La planificación de la escalabilidad garantiza que la red pueda soportar el crecimiento futuro sin necesidad de otra revisión importante.
Normativa Cumplimiento: Las distintas regiones pueden tener requisitos específicos para la comunicación inalámbrica. Asegurarse de que su solución LTE cumple la normativa local es fundamental para evitar contratiempos legales y operativos.
Seguridad: Hay que reevaluar los protocolos de seguridad. Las redes LTE ofrecen funciones de seguridad avanzadas, pero hay que implantarlas adecuadamente para protegerlas de las nuevas amenazas.
Costes: La migración a LTE conlleva costes asociados a nuevos módulos, dispositivos y posibles interrupciones del servicio durante la transición. Un análisis coste-beneficio debe guiar el proceso de toma de decisiones para garantizar que los beneficios a largo plazo justifican la inversión inicial.
Integración con los sistemas existentes: La nueva infraestructura LTE debe integrarse con los sistemas IoT existentes. Esto puede requerir un middleware adicional o ajustes de la plataforma para mantener la funcionalidad y gestionar los dispositivos con eficacia.
Conclusión
Para navegar por el ocaso de 2G/3G, elegir la categoría de LTE adecuada es crucial para mantener y mejorar sus operaciones de IoT. Evalúe sus necesidades específicas, considere las implicaciones técnicas y económicas, y seleccione una vía que no solo satisfaga los requisitos actuales, sino que también allane el camino para la innovación futura. La solución LTE adecuada potenciará su estrategia de IoT y garantizará una transición fluida a la próxima generación de conectividad.